Callahan levantó levemente el ala del sombrero con el dedo para vislumbrar mejor a su adversario. No estaba nervioso. Treinta y dos duelos a muerte y ni una sola herida servían para templar los nervios de cualquiera, por muy misterioso que fuese el individuo al que se enfrenta.
El hombre que tenía delante era un forastero recién llegado a Calys Town, a quien acompañaba una sólida reputación de pistolero veloz. Pero nadie había sido nunca tan rápido como el hijo de la señora Callahan, y menos un petimetre vestido de negro, con las afectadas maneras del norte y su acento de señorito. ¿Qué clase de pietierno se viste de terciopelo para acudir a un duelo en pleno mediodía?.
El reloj de la torre de la iglesia comenzó sus doce campanadas. En el instante que la duodécima tañese, podrían comenzar sus disparos. - En cuanto acabe con este, entraré en el saloon a pedirle a Betty un whisky doble que me enjuague el polvo de la garganta -, pensó Callahan al sonar la primera campanada.
Al sonar la sexta, se río por dentro por la torpe postura del señorito de Manhattan. - Seis más y te entierran -, pensó socarrón.
La undécima tronó, reverberando por toda la aldea hasta la colina del Coyote.
Sonó la décimosegunda. Una fracción de segundo después, antes siquiera de que el cerebro de Callahan hubiese procesado la campanada, un sordo estallido anegó a la muchedumbre.
Antes de que 12 gramos de plomo de un Colt 45 atravesasen la cabeza de Callahan, lo hizo un pensamiento: "nada humano se puede mover tan rápido".
Callahan ignoraba la razón que tenía a ese respecto.
Master: El Mago
Duración y Horario: Martes, turno vespertino, sobre las 17:30. Duración de unas tres horas.
Ambientación: El lejano oeste norteamericano de 1880, dónde los metahumanos son una rareza más en un ecléctico paisaje donde comparten escenario con hombres lobo, chamanes indios, sacerdotes conocedores de horrores inenarrables, arqueólogos excéntricos, científicos pioneros de ciencias desconocidas hasta ahora, viajeros del lejano futuro, tahúres que nunca pierden una partida, misteriosas doncellas que sólo salen de noche y pintorescos nobles europeos a los que nadie comprende. Hombres peligrosos en tierra peligrosa, donde aúllan los coyotes y los Rangers de Texas hacen pactos con el demonio... y salen ganando.
Pasen, pasen al saloon... si se atreven.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario